domingo, 22 de julio de 2012

El día que Ernest Hemingway conocio el Pisco Sour

Esta historia pocos la conocen.

Corría el año 1956 cuando Hemingway, quien acababa de ganar el Premio Nobel de Literatura, hizo maletas y se vino al Perú con parte del equipo de la Warner para filmar la película “El viejo y el mar”. Como recordamos, “El viejo y el mar” ...es la historia de un pescador que buscaba atrapar un merlín azul inmenso. Enterado que este pez vivía en las aguas profundas de Máncora (Cabo Blanco), el reconocido escritor y 23 personas del equipo de filmación, decidieron venir a nuestro país a pescar el merlín para su película.
Permaneció 32 días en Cabo Blanco y le gustaba charlar largamente con los pescadores lugareños, gente que conocía de merlines y otros habitantes del mar. También conoció y se hizo amigo de Jorge Donaire Belaunde, Mario Saavedra Pinón y Manuel Jesús de Orbegoso, periodistas limeños quienes viajaron al norte para entrevistar al premio nobel. Fueron ellos quienes le recomendaron el Pisco Sour. Se sabía que Hemingway era amante de los daiquiris del Floridita de Cuba aunque cortos de azúcar ya que le encantaba el limón. Ninguno de los periodistas recuerda cuántos Pisco Sour se tomaron, sólo que Hemingway se había rendido a las maravillas de tan exquisito coctel.

Al día siguiente, todos empañados con la resaca, se embarcaron en busca del ansiado merlín, fueron varios días en alta mar pero nunca lograron pescarlo aunque cuenta Orbegoso, quien fue el único periodista que logró escabullirse y acompañar al escritor en su embarcación, que Hemingway disfrutaba del hermoso paisaje de ese perpetuo verano de los mares de Piura y a su regreso a tierra firme, el mismo Hemingway invitó a beber Pisco Sour a sus amigos periodistas. De la misma manera, Orbegoso recuerda haber perdido la cuenta de todos los Pisco Sour que bebió Hemingway esa noche.
Finalmente anunció que se iba, sin merlín pero iniciado en la sabiduría del pisco. Los periodistas decidieron regalarle una botella del mejor pisco que podía conseguirse en Máncora. Y pusieron su propia etiqueta, en el que habían escrito un viejo verso: ·Mientras las uvas lloren, yo beberé sus lágrimas". Se la entregaron la última noche en Cabo Blanco. Hemingway leyó y sonrió. Nada más. A la mañana siguiente partía el novelista con la gente de Warner, se iría a Cuba a buscar su ansiado merlín pero antes de subir a su auto, Hemingway se volvió para despedirse de los periodistas quienes le oyeron decir: ¡Hasta la última lágrima!.
Fuente: “Toneles del Tiempo” escrito por Guillermo Thorndike y publicado en la Revista Dionisos Nº 44, Julio 2005

4 comentarios:

  1. "Mientras las uvas lloren yo bebere sus lagrimas" muy bonita frase pero quien fue el autor del verso?

    ResponderEliminar
  2. "Mientras las uvas lloren yo bebere sus lagrimas" muy bonita frase pero quien fue el autor del verso?

    ResponderEliminar
  3. Es una pena q copien dicha crónica sin citar la verdadera fuente. Dicho artículo lo sustrajeron seguramente del fanpage "Perú Coctel Pisco Sour" q escribí hace un par de años. Dicho artículo fue un resumen (descritas a modo de cuento) de diferentes articulos periodisticos q encontré. Para la próxima citen fuentes y no sustraigan el trabajo de otros. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. El autor del verso fue el poeta limeño Martinez Lujan, poeta y periodista.

    ResponderEliminar